En Santa Cruz también se alzan las voces: “La Justicia tiene que ser justa para todos por igual”

En la sede del Partido Justicialista, el intendente Pablo Grasso cuestionó con dureza la condena a Cristina Fernández de Kirchner. Habló de persecución política, de jueces funcionales al poder económico y propuso una reforma profunda del sistema judicial.
Durante el encuentro realizado este sábado en la sede del PJ de Santa Cruz, el intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, dejó definiciones contundentes sobre la proscripción de Cristina Fernández de Kirchner y el rol que cumple actualmente el Poder Judicial en la Argentina.
“Se puede estar a favor o en contra en lo político, incluso desear que una persona sea libre o vaya presa. Pero la Justicia tiene que ser justa para todos igual”, afirmó Grasso, al advertir que la Corte Suprema se ha convertido en una institución que “actúa de manera arbitraria y con fines políticos evidentes”.
El jefe comunal fue más allá y señaló que estamos frente a una persecución cuidadosamente planificada: “Primero se instala mediáticamente que alguien es corrupto y después la Justicia ratifica esa condena sin leer nada del fallo. Es todo un mamarracho”.
Grasso también cruzó a los sectores libertarios: “Le digo a los libertarios que escuchen a su propio ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, escuchen a los juristas, a los profesores de las universidades. Nadie con formación jurídica seria puede defender este proceso”.
En un tono propositivo, planteó que los jueces deberían ser elegidos democráticamente y tener un mandato limitado de cuatro años, para garantizar que no sigan siendo “representantes del poder económico” eternizados en cargos clave.
Sus declaraciones se dieron en el marco de una reunión multisectorial que convocó a representantes del peronismo, agrupaciones políticas, sindicatos y militantes, en lo que ya comienza a perfilarse como una etapa de reagrupamiento del campo popular frente a la avanzada judicial y el ajuste del régimen de Javier Milei.