Investigan abortos espontáneos en guanacos del Parque Nacional Los Glaciares: un fenómeno sin precedentes

Un hecho inédito y de extrema preocupación ambiental se investiga en la zona sur del Parque Nacional Los Glaciares, donde guardaparques hallaron más de 20 fetos de guanacos en pocas semanas durante el invierno de 2024. El suceso fue detectado en la Seccional Lago Roca, y no existen antecedentes similares registrados en esta especie silvestre.
Entre el 21 de junio y el 8 de julio, los guardaparques Samanta Subires y Federico Piasentini documentaron 22 rastros de abortos espontáneos, con presencia de fetos completos, placentas y restos sobre la nieve. Con el objetivo de proteger las muestras antes del accionar de aves carroñeras, realizaron recorridas al amanecer y elaboraron un plan de monitoreo sobre dos grupos de aproximadamente 200 guanacos.
Ante esta situación jamás vista, se activó una red de investigación científica nacional. Participan especialistas como Virginia Rago (INIBIOMA – Junín de los Andes) y Pablo Carmanchahi, experto en camélidos sudamericanos. Se realizaron necropsias de 9 fetos en El Calafate y otros 4 fueron enviados a laboratorios del INTA Balcarce y CONICET Buenos Aires para estudios más profundos.
La última información científica disponible arrojó una posible causa: presencia del parásito Toxoplasma gondii, que provoca toxoplasmosis y puede ser letal para crías en gestación. El parásito se transmite por el contacto con heces de felinos, tanto domésticos como silvestres, y también afecta al ser humano.
“Es posible que haya múltiples factores involucrados”, explicó Piasentini. Los especialistas analizan además otras variables como estrés ambiental, enfermedades, deficiencias alimentarias, o condiciones climáticas extremas, así como la influencia del ganado doméstico y asilvestrado en la salud de la fauna nativa.
El estudio incluye además el relevamiento de zonas de alimentación, la identificación de plantas potencialmente tóxicas, y el registro de rastros de puma, cuyos excrementos también podrían ser vectores de contagio.
Para el próximo invierno, se replicará el monitoreo con igual rigor, a fin de verificar si el fenómeno persiste y conocer su impacto poblacional en los guanacos de la región.
Lo que parecía un hecho aislado puede abrir la puerta a nuevas investigaciones sobre las amenazas invisibles que enfrentan las especies silvestres, en un ecosistema cada vez más tensionado por el cambio climático y la interacción con animales domésticos.