17 de mayo: Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia

En un contexto de ajuste, discursos de odio y retrocesos en derechos, las identidades diversas resisten el embate del régimen libertario
Cada 17 de mayo se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, en memoria de aquella jornada de 1990 en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerar a la homosexualidad como una enfermedad mental. Desde entonces, la fecha se transformó en una jornada global de denuncia y visibilización contra la violencia que sufren las personas LGBTIQ+ por su orientación sexual, identidad o expresión de género.
Pero este 2025 en Argentina, la conmemoración tiene un sabor amargo.
Con un gobierno nacional que promueve discursos violentos, desmantela programas de inclusión y legitima el odio como forma de intervención política, las personas del colectivo LGBTIQ+ están nuevamente en riesgo. No solo por las agresiones verbales y físicas que se han multiplicado, sino por la destrucción sistemática de políticas públicas que fueron fruto de décadas de lucha.
✖️ Fueron eliminadas o desfinanciadas áreas clave como la Subsecretaría de Diversidad, el INADI y los programas de acompañamiento a personas trans.
✖️ Se suspendieron campañas de prevención, espacios de formación y mecanismos de protección frente a la discriminación.
✖️ Los gobiernos provinciales también hicieron los recortes, afectando áreas de salud, educación, cultura y acceso a derechos conquistados.
¿Por qué sigue siendo importante esta fecha?
Porque en muchos países, ser gay, lesbiana, bisexual o trans sigue siendo motivo de persecución, cárcel o incluso pena de muerte.
Y aun en aquellos donde existen leyes de igualdad, persisten la discriminación social, los discursos de odio y la violencia cotidiana. Por eso, cada gesto, cada acción y cada palabra que se levanta en defensa de la diversidad cuenta.
Frente a esta avanzada, el 17 de mayo se transforma en una jornada urgente de resistencia y memoria. Porque la igualdad legal no alcanza cuando el Estado abandona a quienes más necesitan protección, y porque el odio no es una opinión: es violencia organizada.
En un país que supo conquistar leyes como el Matrimonio Igualitario o la Ley de Identidad de Género, resulta alarmante que hoy desde el mismo aparato estatal se instale un clima de hostigamiento que pretende retrotraer conquistas históricas.
Desde Raíces Digital reafirmamos nuestro compromiso con los derechos humanos, la diversidad y la igualdad. No hay democracia sin inclusión. No hay libertad con odio.