Brasil aprueba por primera vez un cronograma para reducir contaminación del aire.
La resolución del Conama cumple una decisión del Supremo Tribunal Federal (STF), que ordenó al Gobierno federal crear plazos para que el país reduzca la cantidad de contaminantes.
Se estima una inversión de hasta 150 millones de reales (30 millones de dólares) entre 2025 y 2026 para crear inventarios, construir estaciones de monitoreo e implementar acciones para mejorar la calidad del aire donde sea necesario.
Brasil aprobó por primera vez un cronograma para reducir la contaminación y alcanzar los estándares de calidad del aire fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), informaron fuentes oficiales.
La calidad del aire será monitoreada y deberá adaptarse para proteger la salud de la población y el medio ambiente en todo Brasil. Un calendario organizado por el Consejo Nacional del Medio Ambiente (Conama) determina cinco pasos para que el país alcance el estándar determinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2021.
Según la última actualización de la base de datos realizada por la OMS, en 2022, el 99% de la población mundial respira niveles nocivos para la salud de partículas finas y dióxido de nitrógeno, capaces de provocar impactos cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorios.
En mayo de 2022, motivado por una Acción Directa de Inconstitucionalidad, el Supremo Tribunal Federal consideró muy permisivas las normas adoptadas en el país, favoreciendo altos niveles de contaminación atmosférica, y ordenó una revisión de la situación en 24 meses. Si esto no sucediera, las directrices de la OMS entrarían en vigor inmediatamente.
La resolución, aprobada por la Conama, y aún no publicada, define las fechas en las que se tolerarán estándares intermedios de emisión de contaminantes hasta alcanzar el estándar nacional de calidad.
La primera etapa se desarrollará hasta el 31 de diciembre de 2024 y las siguientes tres etapas están previstas, respectivamente, para el 1 de enero de los años 2025, 2033 y 2044.
La última etapa considera la posible anticipación o extensión de hasta cuatro años y será determinado después de completar la cuarta etapa.
El secretario de Ambiente Urbano y Calidad del Aire del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático, Adalberto Maluf, destacó la importancia de determinar plazos. “Cada año que posponemos plazos y acciones significa más muertes y pérdida de esperanza de vida”.
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