Atentado contra Evo Morales: 14 disparos contra su vehículo y un contexto político de alta tensión en Bolivia

Redacción Raíces Digital / Atentado: Este domingo, el expresidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, sufrió un atentado cuando el vehículo en el que se trasladaba hacia su programa de radio, Kawsachun Coca, recibió al menos 14 disparos. Morales resultó ileso, pero el chofer del vehículo fue herido. El incidente ocurrió en el Trópico de Cochabamba, entre las localidades de Villa Tunari y Lauca Ñ, alrededor de las 6:25 a.m.
En un video difundido, se observa cómo Morales y sus acompañantes intentaron eludir a sus perseguidores, quienes, según el propio Morales, se desplazaban en dos o tres camionetas. La gravedad del ataque llevó a Morales a acusar al grupo paramilitar Resistencia Juvenil Kochala, al que vinculó con sectores políticos opositores. “Hoy se ha cumplido el plan de intentar desaparecerme físicamente”, denunció Morales, señalando que esta acción es un escalón más en la supuesta persecución política que enfrenta desde la administración de Luis Arce.
Este atentado se da en un contexto de alta polarización en Bolivia. El país ha estado inmerso en bloqueos y protestas lideradas por movimientos sociales afines a Morales, exigiendo que el gobierno retire los cargos judiciales contra el exmandatario, que incluyen acusaciones de trata de personas y estupro. Estos sectores afirman que estas denuncias forman parte de un esfuerzo para debilitar políticamente a Morales, quien ha sido declarado “candidato único” del Movimiento al Socialismo (MAS) para las elecciones de 2025. Además, las protestas también abogan por soluciones frente al alza de los alimentos, la falta de dólares, y la escasez de combustibles en diversas zonas del país.
Las tensiones entre el gobierno de Arce y Morales han escalado en los últimos meses, destacando una fractura dentro del MAS. La cancillería boliviana ha denunciado que los bloqueos y protestas buscan interrumpir el orden democrático en el país, mientras que Morales y sus seguidores sostienen que el gobierno ha emprendido una “cacería política” en su contra, con el objetivo de deslegitimarlo ante la población.
Este incidente no solo impacta a Bolivia sino que también llama la atención de la comunidad internacional sobre la inestabilidad política en el país, a medida que las disputas internas dentro del MAS se intensifican, afectando la seguridad y el futuro de la nación andina.