El gobierno autoriza el ingreso de tropas extranjeras sin el aval del Congreso: ¿Un peligroso precedente en la administración de Milei?
En una decisión polémica, el presidente Javier Milei autorizó, a través de un decreto, la entrada de tropas extranjeras y la salida de las Fuerzas Armadas argentinas para ejercicios en Brasil sin la aprobación del Congreso. Este decreto permite la salida de las Fuerzas Armadas para participar en el ejercicio “CRUZEX” en Brasil, y la entrada de la Armada de Chile para el ejercicio “VIEKAREN” en el Canal Beagle, en una acción que ha generado alerta en algunos sectores, que consideran la medida como un paso riesgoso.
El gobierno justifica esta acción bajo la necesidad de que Argentina participe en actividades multinacionales, afirmando que la participación en el Ejercicio “CRUZEX” ayuda a integrar y mejorar las operaciones militares con otras naciones, reforzando la cooperación y la reputación de Argentina como socio confiable en la región. En el caso de “VIEKAREN”, un ejercicio bilateral que se realiza desde 1999 con Chile, se busca fortalecer la capacidad de respuesta ante emergencias marítimas, uno de los objetivos que el gobierno considera vital.
Críticas y Riesgos del Decreto Presidencial
A pesar de estas explicaciones, varios analistas y sectores ven con preocupación que la autorización se haya dado sin el consentimiento del Congreso, algo que podría establecer un peligroso precedente para futuras decisiones de seguridad nacional. Las normativas argentinas exigen que las decisiones sobre entrada y salida de tropas pasen por el Congreso, a fin de garantizar transparencia y responsabilidad en el manejo de asuntos militares.
Según el gobierno, el uso del decreto es legal y está regulado por la ley 26.122, que permite a la Comisión Bicameral Permanente pronunciarse sobre la validez o invalidez de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Sin embargo, el recurso a este tipo de decreto, en lugar de esperar el tratamiento del Congreso, ha generado críticas sobre la falta de consenso democrático y el rol del poder legislativo en decisiones de política exterior y defensa.
¿Una línea roja para la Democracia?
Este tipo de medidas son vistas por algunos sectores como una vulneración de los mecanismos de control del Congreso, que se encarga de aprobar la entrada y salida de tropas. Sin la intervención del poder legislativo, hay quienes temen que el decreto de Milei pudiera abrir la puerta a futuros ingresos de tropas extranjeras o movilizaciones de tropas nacionales sin los necesarios debates y consensos. Además, en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas en América Latina, este tipo de decisiones unilaterales pueden suponer un riesgo para la estabilidad democrática de la región.
En conclusión, mientras el gobierno argumenta que la decisión es una respuesta a los compromisos asumidos por Argentina en ejercicios multilaterales y bilaterales, el uso de un decreto sin aval legislativo podría representar un preocupante precedente para la relación entre el Ejecutivo y el Congreso, dejando a la ciudadanía y a sus representantes con menos capacidad de control sobre decisiones de seguridad clave.