La CGT repudia el cierre del Instituto Juan Domingo Perón y denuncia una “persecución ideológica” del gobierno

La central obrera emitió un comunicado enérgico contra el Ejecutivo nacional por la clausura del organismo dedicado a preservar el legado peronista. Advirtió que se trata de un acto deliberado de desmantelamiento cultural y exigió la restitución del patrimonio histórico del Instituto.
La Confederación General del Trabajo (CGT) repudió con dureza la decisión del gobierno de Javier Milei de cerrar de forma definitiva el Instituto Nacional Juan Domingo Perón, al considerar que no se trata de una medida administrativa más, sino de una política sistemática de persecución ideológica y desguace del aparato cultural del Estado.
En un comunicado oficial, la central sindical expresó que el argumento del Ejecutivo de que el Instituto representa “mano de obra ociosa” forma parte de una campaña de denigración contra los trabajadores y de estigmatización del empleo público.
Además, la CGT criticó el momento elegido para el anuncio, ya que coincidió con el aniversario del nacimiento de Eva Perón, una de las figuras más emblemáticas del movimiento obrero argentino. “Es un gesto insensible y provocador”, advirtió el documento.
“Creíamos que los argentinos habíamos aprendido que el odio y el resentimiento habían imposibilitado durante años la consolidación de la comunidad nacional”, señala el comunicado, y apunta que esta medida revive antinomias que creíamos superadas en la historia democrática del país.
La CGT también exigió al gobierno la entrega del patrimonio histórico del Instituto, que incluye documentos, archivos, libros, ensayos e investigaciones clave sobre la historia del peronismo, y que hoy es consultado por universidades y especialistas de todo el mundo.
Para la central, ese acervo no puede quedar a merced del “sectarismo, la soberbia o el fanatismo de un grupo de iluminados”, y comparó la decisión con los peores momentos de censura y persecución ideológica del pasado argentino.
Finalmente, la CGT reafirmó que la defensa de la memoria histórica también forma parte de la lucha sindical, y que no permitirán que se borre o tergiverse la historia del movimiento que nació del pueblo trabajador.