Santa Cruz y el voto por los jubilados: los silencios que protegen al régimen

Redacción Raíces Digital |En una votación clave para mejorar los haberes jubilatorios, dos diputados santacruceños se abstuvieron y evitaron enfrentar al régimen de Milei. Mientras en Santa Cruz se definen las candidaturas para octubre, crece la preocupación por la representación parlamentaria y su alineamiento con los intereses del poder central.
En la Cámara de Diputados de la Nación se vivió una votación decisiva: la media sanción del proyecto de ley para mejorar la movilidad jubilatoria, que busca frenar el brutal ajuste que el régimen de Javier Milei impone sobre los sectores más vulnerables. Santa Cruz tuvo una participación activa, pero también expuso sus contradicciones.
Tres diputados santacruceños apoyaron la iniciativa: Ana María Ianni y Gustavo González, ambos de Unión por la Patria, y Sergio Acevedo, del espacio Por Santa Cruz. Este último, pese a formar parte del partido del actual gobernador Claudio Vidal, volvió a mostrar autonomía y coherencia política, defendiendo sin titubeos los derechos de los jubilados.
En cambio, Roxana Reyes (UCR) y José Garrido (Por Santa Cruz) eligieron abstenerse. Una decisión que no es neutral: en el actual escenario, abstenerse es convalidar el ajuste. Reyes y Garrido ya han votado sistemáticamente a favor del régimen libertario, incluso en iniciativas que perjudican directamente a trabajadores, jubilados y al propio federalismo.
Lo que se esconde detrás de esta jugada es cálculo político puro. Con Santa Cruz en pleno debate electoral rumbo a las elecciones de octubre, los sectores en pugna aún no han definido si Reyes y Garrido volverán a ser candidatos a diputados nacionales. En este tiempo de definiciones, el silencio parece preferible a un voto negativo que tendría un alto costo político. Pero la maniobra es evidente: si lograran ser candidatos nuevamente y si el pueblo “supuestamente” los vota en las urnas, esos votos terminarán convirtiéndose —otra vez— en votos contra el pueblo en el recinto del Congreso.
Un régimen que avanza con cómplices silenciosos
En medio de un ajuste feroz que pulveriza salarios, destruye el tejido social y profundiza la desigualdad, el régimen de Milei necesita apoyo parlamentario para sostener su programa. Y lo está encontrando en quienes se presentan como opositores en sus provincias, pero se alinean con el oficialismo nacional cuando llega la hora de votar.
Reyes y Garrido ya no pueden ser considerados “moderados” ni “dialoguistas”. Sus abstenciones —en temas tan sensibles como los haberes jubilatorios— son una forma de encubrimiento: defienden al régimen sin asumir públicamente ese costo.
Acevedo: la excepción que confirma la regla
En este contexto, el caso de Sergio Acevedo se destaca. Pese a formar parte del mismo espacio político del gobernador Vidal, ha demostrado una trayectoria independiente y una defensa sostenida de los sectores populares. Su voto a favor de los jubilados no fue un cálculo, fue una convicción.
El voto de octubre definirá mucho más que bancas
Santa Cruz votará en octubre, y la discusión de fondo no es solo quiénes integrarán las listas, sino qué intereses van a representar en Buenos Aires. Si los sectores políticos deciden que Reyes y Garrido vuelvan a ser candidatos, será también una señal clara: hay sectores del poder dispuestos a seguir votando a quienes levantan la mano por Milei y no por el pueblo.
En este escenario, el electorado tiene la oportunidad histórica de revisar el rol de sus representantes, exigirles coherencia y, sobre todo, elegir a quienes realmente estén dispuestos a poner el cuerpo frente al ajuste, no a quienes lo acompañan en silencio.