Garzón: La política se hace de gestos

El gobernador Claudio Vidal habló de unidad, pero no la practica. En Santa Cruz sobran los discursos y faltan los hechos. No se construye una provincia para todos desde el aislamiento, la pasividad frente al ajuste y el silencio ante la impunidad. Si el gobernador realmente quiere mirar a los próximos 40 años, debe empezar por hacerse cargo del presente. La política no se declama: se demuestra con gestos concretos.
Por Alejandro Garzón, Presidente de Unidad Popular Santa Cruz
El 25 de mayo, el gobernador Claudio Vidal afirmó que “es momento de dejar las mezquindades y trabajar por lo colectivo”. Coincido. Pero también afirmo con claridad: la política se hace de gestos. Y hasta ahora, lo que sobran son discursos y lo que faltan son gestos reales.
No se construye unidad sin voluntad concreta de diálogo. No se convoca al trabajo colectivo ignorando a los actores políticos y sociales más representativos del pueblo santacruceño. No se construye compromiso democrático si se bloquea el funcionamiento pleno de las instituciones.
Por eso, si Vidal de verdad quiere encarnar el lema de “unidad y compromiso”, debe empezar por convocar institucionalmente al intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, con quien aún no ha construido ni un solo ámbito de coordinación. No hablamos de cercanía política, hablamos de responsabilidad institucional. Río Gallegos es la capital provincial, y aislarla es también aislar a miles de familias que hoy necesitan respuestas.
La política no es solo administrar. Es escuchar. Es articular. Es ceder. Es construir puentes, incluso con quienes piensan distinto. Y si el gobernador quiere proyectar una Santa Cruz para los próximos 40 años, como afirmó, debe demostrarlo hoy con acciones concretas.
La unidad se construye con diálogo institucional. El compromiso se demuestra respetando la justicia: la Cámara de Diputados debe tratar sin demoras el pedido de desafuero del legislador Fernando Españon, acusado por graves delitos. Cuidar la democracia también es garantizar que no haya impunidad bajo ningún escudo político.
Y, sobre todo, la unidad se construye con los trabajadores. En Santa Cruz ha habido despidos en áreas del Estado provincial, y también se han producido cesantías en distintos organismos nacionales. Frente a esto, el silencio del gobernador lo convirtió en cómplice. Su falta de pronunciamiento fue un aval al ajuste. No alcanza con mostrarse prescindente. La neutralidad, frente al sufrimiento de miles de familias trabajadoras, también es una forma de tomar partido.
El Gobierno Provincial debe presentarse en las paritarias con una propuesta salarial real, que recupere el poder adquisitivo y respete los Convenios Colectivos de Trabajo, tal como lo prometió el propio Vidal en campaña. No hay compromiso con el pueblo si se debilita el Estado y se abandonan sus trabajadores.
Desde Unidad Popular Santa Cruz apostamos a una provincia con justicia social, democracia real y participación popular. Apostamos a la unidad, pero no a cualquier precio. La unidad sin justicia es sometimiento. El compromiso sin hechos es mentira.
Es hora de gestos. Es hora de gobernar con el pueblo y no desde arriba.
Porque la política, señor gobernador, se hace de gestos.