YPF abandona Santa Cruz: 2.500 trabajadores en la cuerda floja mientras los yacimientos pasan a manos de Eurnekian
YPF se va de Santa Cruz: buscan desvincular a 2.500 operarios con retiros “voluntarios” y dejarle los yacimientos a Eurnekian
La salida de YPF de la provincia de Santa Cruz, programada para el 28 de febrero de 2025, ha generado un fuerte impacto en la región. La petrolera estatal anunció un plan de reestructuración que afectará a más de 2.500 operarios, quienes deberán decidir entre acogerse a retiros “voluntarios” o enfrentar la incertidumbre laboral ante el traspaso de los yacimientos a CGC, compañía vinculada al empresario Eduardo Eurnekian.
Presión sobre los trabajadores
YPF presentó un programa de retiros voluntarios que incluye una indemnización del 120% para quienes renuncien antes del 31 de enero, y del 100% para quienes lo hagan en febrero. Adicionalmente, se ofrece un paquete especial a trabajadores cercanos a la jubilación. Sin embargo, sindicatos y empleados denuncian que las condiciones impuestas generan una presión indirecta que deja pocas opciones a los operarios.
Cambios administrativos y reducción de personal
El traspaso de la operación a CGC implica no solo un cambio de administración, sino también una importante reducción de personal. La nueva gestión no contempla equipos perforadores en una primera etapa y delegará parte de la producción a empresas como Crown Point, Roch y PECOM. Esta reestructuración afecta especialmente a los empleados que no se sumen al programa de retiros, cuyo futuro laboral queda en el aire a partir del 1 de marzo.
Reacciones gremiales y contexto político
Los sindicatos petroleros ya fueron informados de la situación, y sus líderes, Rafael Güenchenen y José Lludgar, expresaron su preocupación por la incertidumbre que afecta a miles de trabajadores. La medida se enmarca en la política de “optimización” promovida por el gobierno de Javier Milei, que busca reducir costos en yacimientos de alta madurez y menor productividad.
Impacto en el sector petrolero
La salida de YPF de Santa Cruz marca un punto de inflexión en el panorama petrolero de la región. Más allá de las promesas de no realizar despidos forzosos, la realidad es que el sector enfrenta una creciente concentración y precarización. Los trabajadores afectados y sus familias viven días de incertidumbre, mientras el traspaso de los yacimientos a CGC redefine las reglas del juego en una actividad clave para la economía de la provincia.
La situación plantea un desafío no solo para los operarios, sino también para los sindicatos, las autoridades provinciales y los habitantes de una región que depende fuertemente de la actividad petrolera.