El régimen de Milei no tolera la democracia cuando no le obedece

Por Alejandro Garzón – Presidente de Unidad Popular Santa Cruz | Para Raíces Digital
El comunicado de la Oficina del Presidente tras el rechazo del proyecto de “Ficha Limpia” en el Senado no es solo una reacción a una derrota legislativa: es una advertencia autoritaria. Javier Milei pretende gobernar sin Congreso, sin justicia independiente, sin voces críticas, y ahora también, sin reglas democráticas.
Lo que no logró con los votos, Milei intenta imponerlo con amenazas. Porque cuando la democracia le pone límites, Milei se saca la careta de “liberal” y muestra su verdadera naturaleza antidemocrática. El proyecto de Ficha Limpia fue rechazado en el Senado por una ajustada mayoría, y esa sola decisión bastó para que el Presidente ataque al Congreso, insulte a los senadores y acuse a toda la oposición de encubrir delitos. ¿Es eso la República que dice defender?
Desde Unidad Popular Santa Cruz decimos con claridad: no hay República sin división de poderes, no hay democracia sin respeto a las decisiones del Parlamento, y no hay justicia posible cuando el poder Ejecutivo pretende ser juez, fiscal y verdugo.
El discurso libertario insiste en reducir la política a una guerra moral entre “puros e impuros”, “honestos y corruptos”, “casta y pueblo”. Pero lo que verdaderamente molesta al oficialismo no es la corrupción, sino la existencia de un poder legislativo que no le rinde pleitesía. Si mañana la Ley de Ficha Limpia hubiera sido utilizada para proscribir a cualquier otra fuerza política, el Presidente habría celebrado el autoritarismo con aplausos.
Es necesario alertar a toda la sociedad: cuando un gobierno ataca sistemáticamente al Congreso, a la justicia, a los sindicatos, a los movimientos sociales, a los jubilados y a los trabajadores, lo que está en juego no es una ley más o una interna partidaria —lo que está en juego es la democracia misma.
No se trata de defender privilegios. Se trata de defender derechos, instituciones, el pluralismo, y la posibilidad de que el pueblo vuelva a ser protagonista en un proyecto de país. A Milei le molesta que no todos se arrodillen. Y como no puede eliminar la historia, quiere eliminar a quienes la representan.
Desde Unidad Popular vamos a seguir construyendo organización popular, defendiendo la justicia social, la soberanía y la democracia. Y lo haremos sin miedo, sin cálculo, y con la memoria de quienes lucharon antes que nosotros contra el autoritarismo disfrazado de novedad.
La democracia no se rinde. La política no es un delito. La historia no se borra con un tuit.