Productores en alerta: preocupación en el Alto Valle por la importación de peras desde China

La senadora nacional Silvina García Larraburu cuestionó duramente la reciente autorización del Gobierno nacional para importar peras chinas. La medida, afirma, impacta negativamente en las economías regionales y deja al descubierto la falta de una política productiva federal.
La decisión del Gobierno nacional de permitir el ingreso de peras frescas desde China encendió las alarmas en el Alto Valle rionegrino, una de las zonas frutícolas más emblemáticas del país. La medida fue autorizada por el Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo, y respaldada por la estructura ideológica del oficialismo, representada por Federico Sturzenegger, Ministro de Desregulación y Modernización del Estado.
“Esta decisión golpea de lleno el entramado productivo de nuestra fruticultura”, advirtió la senadora nacional por Río Negro, Silvina García Larraburu, quien manifestó su preocupación por las consecuencias que traerá para los pequeños y medianos productores de la región.
Según se conoció, el cargamento autorizado corresponde a 17,5 toneladas de peras importadas desde China, lo que para la legisladora justicialista constituye una nueva expresión de improvisación y desinterés por el desarrollo nacional, en un contexto donde las economías regionales ya enfrentan fuertes dificultades.
Una competencia desleal
García Larraburu subrayó que la producción de peras en el Alto Valle no es una cifra en una planilla, sino “el sustento de cientos de familias y el reflejo de una identidad productiva construida con esfuerzo”. En ese sentido, advirtió que la fruticultura es una actividad intensiva en mano de obra, que emplea directamente a comunidades enteras, y que abrir las góndolas a productos extranjeros sin medidas de protección “es dejar a nuestros productores librados a su suerte”.
La senadora alertó también sobre la competencia desleal que implica enfrentar a productos subsidiados, como los provenientes de China, sin condiciones equitativas para los productores nacionales. Además, se refirió a las exigencias fitosanitarias que muchas veces no se corresponden con las que se les imponen a los exportadores argentinos, lo que genera una asimetría perjudicial para el desarrollo local.
Críticas al modelo económico del Gobierno
En sus declaraciones, García Larraburu también apuntó contra el contexto económico general. Denunció que los productores enfrentan “una presión impositiva asfixiante, tarifas impagables y costos crecientes de empaque y cosecha”, lo que torna inviable competir con productos importados, y mucho menos sostener la rentabilidad de sus actividades.
“¿Cuál es la lógica de importar lo que nosotros sabemos producir? ¿A quién beneficia esta decisión? ¿Dónde queda la idea de un país federal?”, se preguntó la legisladora.
Un llamado al compromiso
Finalmente, la senadora rionegrina reclamó al Estado nacional un compromiso real con la producción y el empleo local, y reiteró que desde su banca seguirá defendiendo un modelo de desarrollo equitativo que proteja a las economías regionales.
“No se puede construir un país federal si se condena al abandono a quienes producen en nuestras provincias. Necesitamos medidas concretas, no discursos vacíos. Proteger nuestra fruta es proteger el trabajo argentino”, concluyó.