El 30 de noviembre y la flor “No me olvides” como símbolo de la resistencia peronista
El 30 de noviembre se recuerda un hito en la historia de la resistencia peronista: ese día en 1955, bajo la dictadura de Aramburu, se disolvió el Partido Peronista y se estableció el decreto 4161, que prohibía la mención de Juan Domingo Perón, Eva Perón, el Justicialismo y cualquier símbolo asociado. La represión incluía penas de cárcel para quienes desobedecieran.
En respuesta, la creatividad popular encontró maneras de resistir. Uno de los símbolos adoptados fue la flor “No me olvides”, utilizada en la solapa de los sacos como señal de identidad y lealtad al movimiento peronista. Su nombre evocaba una consigna clara: no olvidar las conquistas sociales logradas y mantener viva la esperanza del regreso.
Este símbolo también inspiró al intelectual Arturo Jauretche, quien escribió un poema que exalta la lucha y la esperanza del pueblo peronista. La flor se convirtió en un emblema de la resistencia y del compromiso con un proyecto político que había transformado la vida de los sectores más vulnerables.
Hoy, la fecha es un recordatorio de la resistencia, la memoria y la lucha por la justicia social, valores que aún resuenan en la historia y en los movimientos populares.
“No me olvides” como forma de resistencia
No me olvides, no me olvides
no me olvides,
es la flor del que se fue.
No me olvides, no me olvides
No me olvides,
volveremos otra vez.
Es el novio de la patria
de la patria que le espera.
Volverán los no me olvides,
volverán en primavera.
¡No me olvides, no me olvides,
no me olvides!
Canta el pueblo de Perón.
No me olvides sobre el pecho,
no me olvides pegadito al corazón.
Volverán los no me olvides
cada año a florecer.
Con la flor de no me olvides
no olvidando esperaré.
No me olvides, no me olvides
No me olvides.
Es la flor del que se fue.
No me olvides, no me olvides,
No me olvides
¡Volveremos otra vez!